El modelo Mah-Jong de Roche Bobois es el ejemplo perfecto de sofá modular. Este emblemático sofá, es un sello que distingue a esta casa de muebles francesa.
El tiempo no ha pasado por él, a pesar de los cuarenta años que ya ha cumplido, sigue siendo moderno y versátil ya que sus tres elementos básicos pueden colocarse de mil maneras según las necesidades y crear sillones, mesas e incluso camas, rompiendo así la formalidad de los hogares de la época. Su creador Hans Hopfer allá por los años 70 tuvo una visión revolucionaria del sofá tradicional.
Es interesante saber que este sofá, toma su nombre del conocido juego chino, a base de piezas cuadradas, se fabrica a mano en Italia, en un taller especializado pasando por procesos y técnicas parecidas a las utilizadas en los ateliers de alta costura. Concebido como un colchón con capitonés incluidos, cada elemento es único.
Me gusta porque es la versatilidad en estado puro, un diseño con una funcionalidad sin límites, llevando la creatividad y la simplicidadad a su máxima expresión.
Para vestir el Mah Jong, Roche Bobois siempre ha recurrido a diseñadores de renombre, cuyas telas han sido ediciones exclusivas: los estampados étnicos y florales de Kenzo, las emblemáticas rayas marineras de Jean Paul Gaultier o los alegres colores y rayas en zigzag de Missoni.
La excelencia del Mah-Jong son las telas en las que se puede realizar cada módulo dándole un toque chic. Hacen de él un sofá haute couture.