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30 de octubre de 2014

RECIBIDORES…LA CARTA DE PRESENTACION

Son la carta de presentación de la vivienda y a la vez mantienen la privacidad de la misma, los recibidores se han convertido en estancias independientes en las que la armonía y la estética se combinan con la funcionalidad. A pesar de no disponer siempre de grandes dimensiones, han dejado de ser simples zonas de paso para convertirse en un espacio de gran importancia dentro de la vivienda, antes era un lugar que atendía a las necesidades básicas como dejar las llaves, la correspondencia o colgar el abrigo, ahora se concibe como un espacio independiente, donde estética y funcionalidad van de la mano.



Dado que es la primera habitación que se contempla al entrar, resulta imprescindible que los elementos estén bien pensados y organizados, hay que evitar que se convierta en un cúmulo de abrigos y sus líneas deben de ir en consonancia con el resto de la estética de la casa.


En las viviendas con suficientes metros cuadrados, el vestíbulo cuenta con entidad propia, de manera que no cumple más función que la de distribuir los recorridos por la vivienda desde su acceso, en este caso estará casi desnudo de complementos y la decoración será mínima.




Por su funcionalidad, los armarios, los estantes y los diversos contenedores, se convierten en el mobiliario más utilizado. También los muebles de tipología ligera tipo consolas son piezas que se suelen utilizar.



Sin embargo en los pisos actuales, por motivos de espacio se suele optar por dar una continuidad visual, integrando el recibidor en el salón, así se prescinde de las separaciones tradicionales y como mucho se distinguen los espacios por medio de alguna estantería o mueble bajo.



Como norma general los recibidores no suelen recibir luz natural, ni disponer de demasiados metros cuadrados, por este motivo, los colores claros, los espejos y el resto de elementos decorativos son la clave para ampliar visualmente el espacio, pero hay que utilizarlos de manera adecuada para que el espacio no se convierta en un lugar abigarrado.




En cuanto a la iluminación las luces indirectas son una alternativa bien resuelta, más allá de la necesidad funcional el hecho de combinar diferentes iluminaciones que interactúen entre sí, como luz natural, focos y lámparas de pie, consiguen efectos muy variados y satisfactorios para este tipo de estancias.


Los complementos son importantes, y en el mercado existen una amplia variedad de ellos ligados a este espacio, además de los consabidos paragüeros y percheros, podemos incorporar alfombras o butacas y sillas que le imprimirán una personalidad propia. 



Tengamos en cuenta que no todos los recibidores presentan las mismas características, además del estilo hay que tener en cuenta su tamaño, su función y su orientación, con que otros espacios comunican y si son interiores o exteriores. Las casas que disfrutan de jardín pueden aprovechar esta cercanía para vincular ambos espacios creando cierta continuidad entre ellos por medio por ejemplo de la unificación de pavimentos. Cuando la estancia deba convivir con una escalera se requiere de unas intervenciones decorativas muy controladas ya que con frecuencia la esta se convierte en una pieza de gran potencia formal.



Recordemos que la sencillez compositiva resulta siempre un recurso eficaz.