Por definición son módulos independientes que se deslizan a lo largo de un carril superior de aluminio sujeto al forjado o estructura resistente, a priori algo simple, que se puede complicar a la hora de su instalación ya que es muy técnica y compleja.
En la actualidad, donde los centímetros escasean hay que intentar buscar la manera de aprovechar al máximo las superficies, con independencia del lugar que sea, hoteles, oficinas, locales comerciales e incluso viviendas.
Esto se puede lograr utilizando por ejemplo los tabiques móviles. Según sea la necesidad que se requiera en cada caso, estas estructuras pueden ser totalmente cerradas, parcialmente cerradas o en cristal en cualquiera de sus variedades.
En el ámbito comercial se utilizan en oficinas, aulas, salas de conferencia y similares. En el área doméstica o residencial, la propiedad decide eliminar paredes fijas y colocar paredes móviles para aprovechar espacios o simplemente acondicionar un lugar para fines específicos de la manera más eficaz posible.
El material para el revestimiento o acabado varía. Pueden realizarse en madera natural o elementos sintéticos de larga duración y fáciles de limpiar. También se observan en laminados y espejos; todo va a depender del gusto personal o del estilo de la empresa que esté solicitando el trabajo.
Son versátiles porque multiplican la rentabilidad de una sala de usos múltiples al lograr ambientes separados.
Este tipo de tabiques funcionan como cualquier otro tipo de paramento convencional con lo que podemos decorarlas a nuestro antojo, colocar cuadros, espejos, vinilos…
Una de las ventajas es que podemos desmontarlas rápida y cómodamente para llevarlas a otra estancia e incluso otro edificio.
Los tabiques móviles permiten la división de espacios mediante paneles modulares desplazables sin ningún tipo de guías en el paramento horizontal.
En el caso de los paneles ciegos, la lana de roca de alta densidad ubicada entre los paneles confiere a estos tabiques móviles un alto grado de insonorización, también hay que decir que una buena instalación de tabiques móviles exige la colocación de una barrera fónica adecuada entre forjado y falso techo y en el caso de existir un suelo técnico, entre este y el forjado inferior.
Su gran versatilidad facilita que el almacenamiento pueda estar tanto dentro como fuera de la sala en el lugar previamente proyectado. De esta forma se consigue un aprovechamiento total del espacio cuando los paneles permanecen guardados.