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4 de febrero de 2015

DALI LIPS

Hacia los años 30, Dalí comienza a interesarse por la decoración de interiores. Es el mismo momento en que la actriz americana Mae West, tras una larga carrera teatral, es elegida junto a Dalí, famoso del año 1934 por la revista "Vanity Fair". Su popularidad entre el público americano, sobre todo por su físico y su cuerpo, convenció aún más a Dalí para realizar algunas obras sobre ella.



El teatro que imagina Dalí para Figueres, fue construido por el arquitecto Óscar Tusquets en cooperación con el artista, así pues crearon el Teatro Museo Dalí Figueres. Un día Óscar Tusquets vio la reproducción de su retrato de Mae West que está en Chicago y le propuso crear un espacio en su museo que reprodujera en dos dimensiones la cara que él había imaginado de la actriz.




Así pues en una de las salas de dicho Teatro, Dalí transforma el rostro de la actriz en un lugar surrealista, formado por un sofá en forma de labios que pasará a la historia, realizado en madera y satén, Dalí siempre insistió mucho en que tuvieran el satinado más brillante posible, para poder así asemejarse a los labios de la artista, también se creó una enorme peluca que está en el Libro de los Récords Guiness, como la peluca más grande del mundo, realizada por peluquero Luis Llongueras.

La nariz la construyeron en una fábrica de imagineros de Olot, los ojos, que son dos vistas de París, eran dos fotos que al ampliar estaban muy granuladas pero que él mismo atajó el problema con unas pinceladas. También se le ocurrió poner dos fuegos en los orificios de la nariz, La fabricación de los artilugios y la creación de esta sorprendente sala de estar se prolongó durante ocho meses.






En la actualidad se fabrica en Polietileno, apto para el exterior, lo comercializa Bd Barcelona Design en exclusiva siguiendo el diseño original del artista. Con este sofá no necesitarás nada más alrededor. También se comercializa en otros colores.




Pieza kitch donde las haya, está disponible por unos 1.190 euros, con unas medidas de 81 × 2,02 × 80 cm. Eso sí, brilla menos que el original. Han tenido que pasar más de treinta años para que pudiera hacerse realidad y se ha conseguido gracias a los avances tecnológicos del moldeado de plástico, un proceso que da a la pieza una sensación ligeramente mórbida, se ha conseguido todo el realismo y la fuerza expresiva que Dalí había soñado para esta boca a gran escala en la que poder sentarse o sumergirse. 



Dalí, simplemente genial.


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